lunes, 24 de marzo de 2014

LAURA ASTORGA. PRINCESAS ROJAS.©PIPO FERNÁNDEZ


Un antecedente que enhebró este relato fue la dedicatoria de un libro cubano, donde mi padre escribía amorosamente a una misteriosa mujer: Magda.  Había pasado tanto tiempo desde la separación familiar, que me avergonzaba preguntar por la tal Magda.  Días despúes en casa de mi madre -Ruth- encontré esa dedicatoria en otro libro, y me angustió que ella supiera de ese amor.  Me aclaró, riendo, que Magda era uno de sus nombres clandestinos.  Entonces vino la avalancha de recuerdos: huídas, cateos, viajes, interrogatorios que a punta de ser cotidianos dejaban de ser amenazantes.  Mis padres desaparecían y reaparecían, se ocultaban, se disfrazaban o se entrenaban.  A pesar del sentimiento de pérdida constante, salíamos invictos de casi todo.  Sin embargo, éste es el relato de lo que nos escindió.
Lo íntimo de lo político...
Acompañaremos a la germinación de una aparente traición ideológica, hurgando en la vida de una red de inteligencia, de una pareja militante y sus hijas.  Contaremos ese universo con un enfoque que nos resulta más agudo que el realismo; y es la inmersión en un punto de vista.  Sólo mediante una película sumergiremos al espectador en la estatura de Claudia: espacios reducidos, filos de puertas, bajo las mesas, tras el piano.
En Princesas Rojas la ambientación de época es un asunto de luz y textura.  La fotografía mantendrá una luz solarizada evitando el alto contraste y priorizando los pasteles intensos en exteriores.  En interiores será envolvente y cálida con acentos temporales dados por el atrezzo.  Texturizar el sincretismo social centroamericano implica aceptar el acónico de utilería, sets y vestuario, dado que las familias los preservan por décadas.  En ese sentido veremos aproximadamente, 60s en arquitectura, 70s en transportes y 80s en indumentaria y objetos.
Para la construcción de los personajes con rasgos naturalistas, se planea un trabajo de taller con niñas.  Procuraremos encuentros y juegos que crearán lazos entre ellas, el elenco adulto y el equipo base.  El dispositivo vinculante es más cercano al documental, sin embargo, los actores profesionales (adultos) les darán contención en la interpretación.  En todo el elenco buscaremos un tono naturalista de genuina tensión y desprovisto de dramatismo.
Princesas Rojas nace del deseo de contar la emboscada ideológica que vivió Centroamérica en los 80s, abordando el pasado reciente con un lenguaje lírico y fresco.  Nos dimos la licencia de ajustar el suspense político a los bordes íntimos de esta historia, porque tengo la certeza de que en la memoria de la niña que fui, está representado lo trivial de lo épico, lo íntimo de lo político. 
            Ficción/100 min/ Color/ HD
                                           
     Dirección: Laura Astorga

        Producción: Marcela Esquivel

   Guión: Laura Astorga/ Daniela Goggi

    Lugar de rodaje: Costa Rica/ Nicaragua
          
    Co- producción: Francia- Venezuela

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